La seguridad en línea es una preocupación creciente, ya que cada vez más personas confían en Internet para mantenerse en contacto con amigos y familiares, gestionar sus finanzas y compartir datos de forma segura. Desafortunadamente, hay muchos conceptos erróneos que pueden conducir a una protección insuficiente de la información personal y los activos digitales. Para separar la realidad de la ficción, vamos a desmentir 5 de los mitos más comunes sobre la seguridad en línea.
1. “Mi programa antivirus me protegerá al 100%”
Aunque un programa antivirus es una parte importante de cualquier plan de seguridad, no puede protegerte de todas las amenazas. Además del antivirus, es importante practicar un buen comportamiento en línea, como no clicar en enlaces sospechosos ni descargar archivos sospechosos. Además, mantén tus dispositivos al día con los parches de seguridad y las actualizaciones cuando aparezcan nuevas amenazas.
2. “No necesito una VPN porque confío en mi ISP”
Es probable que tu proveedor de servicios de Internet (ISP) no tenga tus mejores intereses en mente cuando se trata de privacidad: les preocupa más mantener su red segura. Siempre debes ser consciente de aquellos que potencialmente podrían monitorizar tu tráfico web y considerar el uso de una red privada virtual (VPN) para una protección extra cuando navegues o utilices redes WiFi públicas.”
3. “El uso de Wi-Fi públicas es seguro”.
Las redes Wi-Fi públicas son redes abiertas a las que cualquiera puede acceder, por lo que son por naturaleza poco fiables. Es fácil para los agentes malintencionados simular ser legítimos puntos de acceso público e interceptar los datos transmitidos a través de estas redes sin que nadie sepa lo que ocurre entre bastidores. Dicho esto, si debes conectarte a una red pública, asegúrate de utilizar sitios web seguros buscando siempre “https” al principio de las URL (en lugar de “http”).
4. “Las contraseñas no deben cambiarse nunca”
Las contraseñas son una de las principales líneas de defensa contra los ciberdelincuentes, por lo que es fundamental tener contraseñas seguras. Se recomienda cambiar las contraseñas con regularidad, cada tres meses aproximadamente, para protegerse contra hackers o agentes malintencionados que puedan haber accedido a estas contraseñas a través de una violación de datos o una estafa de phishing. Además, considera la posibilidad de utilizar la autenticación de dos factores siempre que sea posible para proteger aún más tus cuentas. Si quieres saber qué contraseñas deberías evitar definitivamente, puedes consultar nuestro artículo sobre Las contraseñas más comunes del mundo.
5 . “Mi cortafuegos cubre todo lo demás”
Los cortafuegos pueden proporcionar un cierto nivel de protección contra ataques maliciosos, pero no protegen contra todas las amenazas potenciales, como ataques de malware o estafas de manipulación social como correos electrónicos de phishing o enlaces maliciosos enviados por SMS o mensajería instantánea. Por eso es importante que tomes medidas adicionales, como descargar sólo aplicaciones de fuentes fiables y asegurarte de que tu sistema operativo cuenta con las últimas actualizaciones de seguridad, para garantizar la máxima seguridad en línea.
Conclusión
La seguridad en línea no es un tema que deba tomarse a la ligera, sobre todo cuando nuestra vida digital está en juego. Esperamos que este post del blog haya aclarado algunos mitos comunes sobre la seguridad en línea para que puedas protegerte con más confianza cuando navegues por Internet.